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Este es un blog como los demás, no tiene nada diferente a ellos más que el diseño y el contenido, pero al fin y al cabo es eso lo que importa aquí, el contenido.
Es un sitio donde escribir exactamente lo que quiero, cosas que tienen relación conmigo o de lo contrario, que jamás he vivido, pero como soy libre aquí, puedo escribir todo lo que me venga en gana.
Es muy importante para mi, por eso este blog tambien lo es.

Gracias Bruno por este genial regalo :)

sábado, 28 de enero de 2012

Carta anónima.

Buenos días, soy una persona anónima, por lo tanto no hay para mí mayor identidad que esa misma; la de anónima.
Pero, a pesar de esta falta mía, poseo algo mucho más poderoso aún; poseo mi voz.
No es una voz bonita, ni dulce, ni armoniosa... ni siquiera es una voz alegre, no es una voz que te haga sonreir al escucharla, ni siquiera debería producir en ti ningún tipo de sensación si es que tú, seas quien seas que estes leyendo esto, seas consciente de la realidad de mis días y de muchas personas más que se encuentran en una situación similar a la mía.
Situación de la que, en ningún caso si esto no fuera extrictamente anónimo, osaría mencionar siquiera.
El miedo cierra más bocas de las que el hombre ha conseguido llenar hoy y siembra más dolor en el cuerpo de lo que cualquier tortura física conseguiría a alcanzar con avismales diferencias.
Nada nunca se le podrá comparar al tener que vivir con miedo, sometido a una figura a la que tener que obedecer por muy injusto que sea lo que se nos pueda imponer, por muy ilógico que sea, dará igual...
Teniendo tan presente nuestra falta de libertades como el sol sobre nuestras cabezas en pleno mes de agosto e incluso, seguir sintiendo esa angustia dentro de nosotros cuando este se oculta tras las nubes para darnos un respiro, porque a pesar de todo sigue ahí y en cualquier momento puede volver a ti esa furiosa bola ardiente, para recordarte de nuevo que estas a su absoluta merced.
Que aunque puedes sentir las alas a tus espaldas en ocasiones, junto a las ganas de volar que recorren tu cuerpo enteramente no puedes utilizarlas.
No puedes escapar de tu maldita prisión personal.
No puedes acallar los gritos.
No puedes parar los golpes.
No puedes hacer desaparecer la opresión de tu pecho.
No puedes evitar nada en absoluto, porque no eres dueño de tu situación y por consecuencia tampoco de ti mismo...
No tienes importancia, ni poder de decisión para nada en absoluto.
No tienes identidad; condenado a permanecer anónimo para los demás.
Eres tán diminuto que solo cuentas con tu mente y tus palabras, esas dos cosas a las que ellos jamás podrán llegar...
Pero nada más que eso...

Ahora dime, tu tambien sientes las cadenas atadas a tus muñecas?

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